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¿Qué es la soledad?

La soledad es uno de los grandes problemas de la sociedad actual, y no sólo afecta a las personas mayores, sino también a personas de mediana edad y a los jóvenes. Soledad no es lo mismo que estar solo. Puede ser una experiencia agradable si es una elección personal, pero se transforma en un grave problema cuando es una soledad impuesta, no querida. La soledad se asocia con dolor y puede darse incluso cuando se tienen muchas relaciones sociales e incluso estando casado o en una relación. La sensación de soledad puede ser una señal de advertencia para entrar en contacto (más íntimo) con la gente. Esto se debe a que estamos hechos para relacionarnos con los demás. Estas relaciones - no sólo románticas - dan sentido a nuestra vida y son vitales para la supervivencia. La soledad crónica puede estar vinculada con un deterioro significativo en la salud física, así como con la depresión, la ansiedad e incluso el suicidio.

¿Cuáles son los signos de la soledad?

Algunos de los síntomas son:

• Desear estar siempre acompañado
• Una sensación de aislamiento social o desconexión de la gente
• Un anhelo persistente de cercanía
• Ansiedad social
• Incluso con gente alrededor, no sentirse comprendido o atendido
• Evitar estar solo
• Ocultarse lejos de los demás
• Poner constantes excusas para evitar el contacto humano
• Sentirse perdido y sin dirección
• Enterrarse en el trabajo u otras actividades en el hogar
• Una sensación de vacío o desgana
• La baja autoestima o falta de confianza en uno mismo
• Disgusto con uno mismo o la creencia de que los demás no nos aportan nada
• El aislamiento social por un cambio de carácter
• Sensación de depresión (en casos graves incluyendo pensamientos suicidas)
• Padecer enfermedades reiteradamente
• Realizar compras compulsivas / acumular posesiones (para llenar el vacío)
• Ver la televisión en exceso
• Dormir muchas horas y levantarse cansado
• No sentir motivaciones para levantarse de cama
• La adicción a las redes sociales
• Duchas de agua caliente excesivamente largas
• Aumento de peso
• Tener amistades que también se sienten solas

¿Qué puede hacerse para combatir la soledad?

Existen métodos psicológicos para combatir la soledad. Las sesiones psicológicas puede ser una valiosa manera para localizar el origen del problema y enseñarnos a resolverlo o manejarlo adecuadamente; teniendo siempre presente que las sesiones psicológicas probablemente no van a conseguir resultados rápidos. La sesión psicológica ofrece un espacio confidencial regular donde indagar de una forma dirigida en nuestra soledad para identificar su origen. Esto puede ser particularmente útil si las raíces están en su infancia o en sucesos claves en su vida, en cuyo caso puede ser posible trabajar a través de las causas y provocar cambios significativos en usted y en su vida para evolucionar de forma natural. Las sesiones en grupo también pueden ser beneficiosas porque ofrecen un entorno social terapéutico.

¿Cuáles son las causas de la soledad?

Factores sociales

La sociedad ha cambiado y hemos pasado de las relaciones personales en pequeños grupos donde todos se conocían a la interacción de grandes masas de individuos que no se conocen lo que provoca un aislamiento social en muchas personas. El trabajo nos aleja de nuestras familias, de amigos y conocidos; el divorcio es más frecuente; las familias tienden a ser monoparentales y a menudo los hijos estudian lejos de la familia. Antiguos centros de encuentro como discotecas están más vacías o son escasas.
El impulso cultural es hacia el individualismo, el narcisismo, la independencia, la competitividad y a relacionarse con la tecnología más que con personas. Las personas tienden a aislarse cada vez más en sus casas y usar internet pero, si usted tiene doscientos agregados en Facebook, ¿significa que tiene usted realmente doscientos amigos? Hay algo en el encuentro cara a cara que es enriquecedor y único.

Factores psicológicos

Algunas de las causas psicológicas de la soledad son obvias como:
un duelo, la falta de pareja, la falta de alguien que nos entienda. Algunas personas temen a la muerte menos que a la soledad. Otras causas pueden ser más arraigadas, por ejemplo, igual que en la infancia el niño necesita una madre o cuidador que le dé seguridad y confianza, más tarde esa necesidad puede ser tener una pareja en una relación sentimental o un socio en un negocio que nos proporcione las mismas sensaciones. Pero si esa primera necesidad infantil no ha sido cubierta o lo ha sido en exceso, se verá reflejado en nuestro comportamiento futuro de adulto produciendo inseguridad y falta de confianza en uno mismo.
Experiencias dolorosas en la infancia como: falta de cariño, traumas, abusos, negligencias, abandono, burlas o engaños pueden contribuir significativamente a la soledad, tanto en el mismo instante de producirse como en la vida adulta. Todo lo expuesto puede tener el efecto de alienar a la persona y que ésta se autoimponga una distancia segura a todo aquello que percibe como un riesgo, lo que provoca aislamiento.

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